Coordinación de Gestión de Monumentos
PROVINCIA DE ACOMAYO
UBICACIÓN: La provincia de Acomayo se ubica en la parte sureste del departamento del Cusco, a unos 104.5 km de la ciudad del Cuzco, tiene una extensión de 1,027 km2 emplazándose su territorio entre las cuencas de los ríos, Apurímac y Urubamba, altitudinalmente, la superficie territorial se distribuye entre los pisos Queswa, de transición puna baja y puna alta. La parte más baja de su territorio la encontramos en la desembocadura del Rio Llojlla sobre el Apurímac (2795); sus partes más elevadas se observan en la línea de cumbres de la serranía residual de Vilcaconga, alcanzando altitudes que sobrepasan los 4800 m. como los cerros Anta Puncu (4824) entre los distritos de Acomayo y Rondocan, y el Aqoyaj (4985m) entre el distrito de Sangarará y la provincia de Quispicanchis.
PARQUE ARQUEOLÓGICO DE CHINCHERO
UBICACIÓN: Se ubica en la localidad de Chinchero, en el distrito del mismo nombre, provincia de Urubamba. Declarado como Patrimonio Cultural de la Nación el año 2002 mediante RESOLUCIÓN DIRECTORAL NACIONAL N° 405/INC.
ACCESO: Se accede mediante la vía asfaltada CuscoUrubamba- Ollantaytambo, está a una distancia de 30 km., de la ciudad del Cusco.
EXTENSIÓN: Posee una extensión de 43.10 Ha. y un perímetro de 2,638.30 metros lineales.
PARQUE ARQUEOLOGICO DE CHOQUEQUIRAO
UBICACIÓN: El Parque Arqueológico de Choquequirao se ubica en la parte occidental de la región del Cusco, atravesada por la cadena de Vilcabamba en orientación SE – NO, sus aguas se vierten hacia la cuenca del río Apurímac por el Este y hacia la cuenca del rio VilcanotaUrubamba por el Oeste. está ubicado al Nor – Oeste de la ciudad del Cusco a una altitud promedio de 3,500 m.
PROVINCIA DE CALCA
UBICACIÓN: La Provincia de Calca se ubica al noreste de la ciudad del Cusco y a una distancia de 51 km. Se extiende en una corta planicie limitada por tres masas erógenas que circundan la ciudad, una montaña que se ubica en el sur se llama Concón a la izquierda del río Vilcanota, Pitusiray ubicada al norte de la ciudad y Wanqo ubicada al oriente de Calca donde hoy se venera la Cruz del Calvario. El río Ccochoc de aguas torrentosas atraviesa la ciudad de Calca transversalmente, precipitándose de norte a sur. (Angles, 1988:458)
LIMITES: Limita por el norte con la provincia de la Convención, por el sur con la provincia de Canchis, por el oeste con las provincias de la Convención, Urubamba y Cusco, y por el este con el departamento de Madre de Dios y la provincia de Paucartambo. Se subdivide en 8 distritos: Calca, Coya, Lamay, Lares, Pisac, San Salvador, Taray y Yanatile. (Plan Estratégico, 2002)
TOPONIMIA: Una tradición lugareña explica la toponimia de Calca como un lugar pedregoso debido a que antaño fue lecho del río Vilcanota, lo pedregoso se debe a las piedras con aristas y cantos rodados hallados en abundancia en el sector. (Estrada, 1992:37)
CONTEXTO HISTORICO:
Realizar el estudio histórico de la provincia de Calca implica remontarnos a la segunda mitad del siglo XVI, periodo en el cual surgen numerosos manuscritos y/o crónicas, resultando ser las primeras fuentes de información producidos en un tiempo no muy distante al ocaso del Tawantinsuyo, en ellas encontramos el origen y/o formación de la sociedad inka, sus costumbres, la sucesión de sus gobernantes sus conquistas territoriales, proezas y hazañas que tuvieron en cada uno de los cuadrantes del Tawantinsuyo.
El pueblo pre Inca que habría ocupado esta zona se denominaría Kallka y estaría conformada por los primitivos habitantes del lugar y un grupo de agricultores llamados Lliplleq, que construyeron sus viviendas en la ladera del cerro hacia el Oriente, para protegerse de las inundaciones; como prueba mencionaría que todavía existe de la antiquísima Kallka, el fortín o atalaya del Wanqoyruyoq, desde donde podía observar el centinela los movimientos del enemigo (Estrada 1992).
Etnia, que junto a otros pueblos habría sido conquistada por el inca Wiracoha, mediante su hijo Inca Roca, teniendo como compañeros a Apo Mayta y Uicaquirao, que salieron a conquistar los pueblos que se ubicaban alrededor de Cusco, así Sarmiento de Gamboa señala: “Conquistó asimismo a Calca y a Caquea Xaquixaguana, tres leguas del Cuzco y …”(Sarmiento de Gamboa 1943 [1572]:81); posteriormente los Incas tomaron para sí el Valle Sagrado de los Incas, construyendo sus palacios y aposentos a lo largo de él; Calca un pueblo con tierras de cultivo dice John Rowe (1997:284), al igual que el asiento donde nació: Muyna, a orillas de la laguna de Huacarpay, fueron tomados por Huáscar; por lo que el actual poblado de Calca, estaría construido sobre los cimientos del pueblo edificado por el referido Inca.
Víctor S. Chacón (1994), indica, que según afirmación de Murúa, la raza quechua representada por los Laris, Poques, Huallas y Sawasiras, estarían establecidos en el valle de Cusco y que habrían dominando la zona que hoy constituye el territorio de la provincia de Calca. De estos hechos podrían derivar los nombres existentes en el referido espacio, como el del cerro Sauasiray, y la comunidad de Poques de Lamay.
Establecidos los Incas en Cusco, con el transcurrir del tiempo lograron superar a las etnias que se hallaban cercanas al territorio que ocupaban, pero no fue sino hasta Pachacuteq, luego de su triunfo sobre los Chancas, que se expandieron, derrotando en forma definitiva a sus enemigos más severos que habían logrado en cada período gubernamental de los Incas, deshacerse del yugo de éstos; es así que con el soberano antes referido, los primeros grupos que habrían sentido el peso del nuevo poderío de los Incas, como señala Maison (1961:122), habrían sido los Ayarmacas, los cuyo y las poblaciones de Ollantaytambo Cugma, Huata, Huancara y Toguaro.
Asimismo en la ciudad del Cusco se fue formando un sólido grupo étnico que fue expandiendo sus dominios a medida que sus gobernantes se sucedían unos a otros, Cieza de León refiere que fue el Inka Wiracocha que incursiono en territorio calqueño al tiempo de haberse proclamado como gobernante del Tawantinsuyo y contraído nupcias con una ñusta de nombre Runtu Caya: “…Y como la fiesta del regocijo hubiese pasado, determino de salir a conquistar algunos pueblos de la redonda del Cuzco que no habían querido la amistad de los Incas pasados, confiados en la fuerza de sus pucaraes; y con la gente que quiso juntar salió del Cuzco con sus ricas andas, y enderezo su camino a lo que llamaban Calca, mas, como supieron (que) los del Cuzco ya estaban cerca dellos, se juntaron armándose de sus armas y se ponían por los altos de los collados en sus fuerzas y albarradas, de donde desgalgaban grandes piedras encaminadas a los reales del Inca, para que matasen a los que alcanzasen. E los enemigos, poniéndolo por obra, subieron por la sierra y, a pesar de los contrarios, pudieron ganarles una de aquellas fuerzas. Como los de Calca vieron (a) los del Cuzco en sus fuerzas salieron a una gran plaza, a donde pelearon con ellos reciamente y duro la batalla desde por la mañana hasta el medio día y murieron muchos de entrambas partes y fueron más los presos. La victoria quedo por los del Cuzco. (Cieza de León, 1967[1553]:Cap. XXXVIII)
De haberse producido una cruenta batalla entre cusqueños y pobladores de Calca, este se habría dado en el sitio llamado Wanqoyruyoc, que de acuerdo a Alcides Estrada fue un fortín y/o baluarte de la antigua llaqta de Calca desde donde podía observarse los movimientos del enemigo (Estrada, 1992:37) Cayto y Uitcos fueron antiguas poblaciones de Calca que de acuerdo a Cieza de León la férrea oposición de la población de Cayto hacia los inkas, sucumbió ante un suceso relacionado con el incendio de un aposento de la llaqta de Caytomarca ocasionado por Wiracocha al lanzar una piedra bien caliente desde lo alto, dicha piedra que emanaba cierto fuego fue divisado por una anciana que creyó vino del cielo y al escuchar esto los ancianos agoreros y hechiceros en su vana creencia lo interpretaron como un castigo por no obedecer al inka (Cieza de León, 1967[1553]:Cap. XXXIX)
Obtenido el propósito de expandir sus dominios por el territorio de Calca, Wiracocha fue imponiendo una férrea autoridad en sectores de Yucay y Pisac haciendo frente a una pequeña irrupción en Pocoy Pacha (Espinoza, 1977:66-67).
Por otro lado, el cronista Juan de Betanzos señala en el capítulo III de su crónica lo siguiente: “…acabado de mandar y proveer Guascar que nadie le tuviese por de Hanan Cuzco si no por de Hurin Cuzco mando juntar mucha gente con la cual se salió del Cuzco y fuese a un sitio que hoy se llama el pueblo de Calca y como allí fuese edifico y hizo allí un pueblo pusole este nombre Calca y como deste pueblo tuviese acabada la mayor parte paresciole que era tiempo de hacer gente para contra Atagualpa…” (Betanzos, 1987[1555]:195). Desde el tiempo en que Wiracocha anexara a sus dominios varios poblados de Calca, estos permanecieron como simples posesiones hasta que el Inka Guascar determino fortalecer su dominio territorial edificando una llaqta a quien puso el topónimo de Calca y como es de suponer este fue el asiento principal de todo el espacio territorial.[1]
En Calca se instituyeron numerosas huacas a manera de deidades protectoras de la población siendo la principal el nevado de Pitusiray, considerado como el Apu tutelar de la población, que según la mitología de nuestros antepasados estaba dotado de fuerzas y poderes sobrenaturales; del mismo modo en el cerro llamado Cayto se hallaba una peña que tenía por nombre Cayto Guanacauri y a cierta distancia junto a un pueblo de nombre Amayabamba estaba un cerro y en él se hallaba una huaca denominada Uitcos Guanacauri, este correspondía a una piedra con la figura de un indio a quien la población consideraba como el hijo del hacedor (Albornoz, 1967[1582]:27).
Es probable que las huacas Cayto Huanacauri y Uitcos Huanacauri, surgieron cuando los inkas integraron a sus dominios el territorio de Calca, la denominación de Huanacauri fue puesto en remembranza del cerro Huanacauri en la ciudad del Cusco bastante reverenciado por los inkas por tratarse de un sitio inicialmente ocupado por los inkas antes de hacer su ingreso a la ciudad del Cusco. Los cerros sagrados de Calca, habrían tenido la misma correspondencia que tuvo el cerro Huanacauri en el Cusco, es decir Cayto y Uitcos fueron sitios que los inkas ocuparon primigeniamente antes de sujetar el territorio de Calca a sus dominios y como señal de supremacía instituyeron las huacas Cayto y Uitcos Huanacauri en reemplazo de huacas locales que la población de Calca veneraba tiempo antes de la incursión de los inkas.
Es evidente que el espacio en el que actualmente se ubica la ciudad de Calca, fue intensamente ocupada en la época Inca, como se aprecia de las diferentes evidencias arqueológicas existentes en algunas arterias de dicho lugar, como muros que debieron formar parte de recintos, además de los conjuntos arqueológicos de Huchuy Qosqo, Calispugio y Urqo entre otros que se encuentran dentro de su jurisdicción.
Sobre la posible época de edificación del poblado que debió existir en esta zona en época pre hispánica, Betanzos, refiere que fue Huáscar, quien la habría construido, precisamente en momentos en los que su gobierno estaba en peligro por parte de Atahuallpa, como se desprende del capítulo III, de su crónica, que lleva como título: “En que trata de cómo Guascar salió del Cuzco a edificar el pueblo de Calca y de cómo hizo gente y la envió sobre Atahualpa”, señalando lo siguiente:
“Acabado de mandar y proveer Guascar que nadie le tuviese por de Hanan Cuzco sino por de Hurin Cuzco mandó juntar mucha gente con la cual se salió del Cuzco y fuese a un sitio que hoy se llama el pueblo de Calca y como allí fuese edificó y hizo allí un pueblo púsole este nombre Calca y como de este pueblo tuviese acabada la mayor parte parescióle que era tiempo de hacer gente para contra Atagualpa…” (Betanzos [1551] (1987:211)
Otro cronista que señala que Huáscar fue el edificador de Calca es Martín de Murúa:
“En el tiempo que esto se hacía en Tomebamba; Huascar Ynga mando hacer los edificios de Calca en el Cuzco y saco juntamente con una visita ynfinita cantidad de yndios para su servicio…” (Murua 1615; Libro I Cap. 46: 132 Ob. Cit. Por Katy Jurado y Tula Castillo)
Más adelante señala:
“… llegaron mensajeros de Quito enbiados por Atao Hulapa, los quales trageron muchas cossas ricas, estando Huascar en Calca, y entre otras cosas de ver embio la traza y modelo de los palacios que tenia hechos y mucha cantidad de ropa, de pedreria y plumeria muy rica, Huascar Ynga, haviendolas visto con desden y menosprecio, dixo a los mensajeros para que me ymbia mi hermano estas cosas a mi; piensa por ventura que aca no las ay y que no faltan aca? (…) Huascar Ynga, con el enojo y colera que estaba mando hechar toda aquella ropa al fuego (…) mando matar a algunos de ellos…” (Murua 1615; libro I, Cap. 46: 133 Ob. Cit. Por Katy Jurado y Tula Castillo)
De acuerdo a esta información cronística existiría la posibilidad de que la ciudad actual de Calca, esté ubicada sobre el pueblo pre hispánico del mismo nombre, construido en la época del Inka Huáscar; siendo esta posibilidad. El principal motivo de la tesis para optar al grado de licenciatura en Arqueología (Castillo y Jurado 1996) con la denominación precisamente de “El centro Urbano Pre Hispánico de Calca”; obteniendo entre sus conclusiones respuesta positiva a tales inquietudes, como se desprende de los ítems correspondientes, que a continuación transcribo:
- El sector urbano pre hispánico de Calca, por la estratigrafía y su contexto cultural, por su asociación con las estructuras arquitectónicas, por las características que presenta la cerámica fragmentada hallada durante las excavaciones arqueológicas en las diferentes capas así como también por los datos obtenidos por Susan Niles y I.S. Frarrington, corresponde cronológicamente a una ocupación neta del Horizonte Tardío o época Inca.
- La edificación arquitectónica del sector urbano pre hispánico de Calca, fue llevada a cabo durante el mandato del Inka Guascar doceavo gobernante del Tahuantinsuyo entre los años 1525 – 1532 (basado en el trabajo de Rowe sobre fechas dadas por Balboa [1944], quien consideró propicia esta zona para ejecutar una amplia construcción arquitectónica la cual demandó seguramente un gran esfuerzo. Esto ocurrió en circunstancias en que el estado Inca entraba en las etapas finales de su esplendor por discrepancias que existían entre Guascar y Atahuallpa, hijos de Guayna Capac por conseguir la supremacía del poder.
- Por las evidencias arquitectónicas visibles en el sector urbano y las encontradas a través de las excavaciones arqueológicas, la construcción de Calca estructuralmente no es de carácter fastuoso pero responde al estilo arquitectónico cusqueño en vista de que los vestigios están formados por muros de tipo poligonal almohadillado y “pirca”.
Es indudable la importancia que tuvo Calca, para Huáscar, que al parecer residía en este lugar, del mismo modo lo tuvo para Manko Inka, que en 1536, se replegó e hizo su fortín en este espacio, para poder hacer frente a los españoles con los hombres que extrajo del mismo. De esta manera, durante la conquista española este pueblo habría jugado un rol importante, en vista que aquí se encontraba residiendo el Inca y por ende su ejército, resaltando a partir de ello el hecho de que Calca contaba con las condiciones apropiadas para poder albergar a todo un ejército en tiempos de guerra.
Toda la población residente en Calca como en otros centros administrativos, emprendieron un nuevo modo de vida cultural, social y económico a la usanza de la metrópoli cusqueña, prueba de ello son las numerosas edificaciones de estilo inka como Juch´uy Qosqo (Lamay), Tambotaray y Ñaupataray (Taray) Kqapaqkancha (Coya) Choquekancha y Hawk´ani (Lares) Pisaq (Pisac) Urco, Calispuquio y Ankasmarka (Calca) (Angles, 1988:476-515). Las edificaciones y/o baluartes inkas se crearon para tener control político de la provincia de Calca, es decir, fueron centros administrativos articulados mediante una red de caminos que les permitieron intercambiar sus productos entre pisos ecológicos, así tenemos que en zonas de punas se criaba camélidos y en la quebrada de Wilcamayu abundaba la fruta y de Yanatile se transportaba coca, algodón ajíes etc.
Cuando en 1536, habiendo sido tomada la ciudad del Cusco por Francisco Pizarro y sus huestes, Manco Inka hijo de Guaynacapac, determino dirigirse hacia el valle sagrado, permaneciendo buen tiempo en Calca reprendiendo cualquier ataque de los hispanos, estando en Calca, se dirigió al pueblo de Sacsa Siray (Sawasira) a realizar sus habituales ofrendas antes de internarse en los parajes de Vilcabamba (Rodríguez, 1992:40-46). Después de estos acontecimientos, don Pedro de Zamora de las huestes de Francisco Pizarro, recibe la orden de explorar el Valle de Willcamayu y al mando de soldados; pasando por los ayllus de Yuncaypata, Huancalle, Taray, Pisaqas, Qoyas y Lamay Qosqos llega a la tierra de los Khallkas y allí funda la “Villa de Zamora” con la advocación de San Pedro Apóstol. A partir de esa fecha se impuso una nueva organización en base de encomiendas[2].
Por entonces, la población en Calca continuaba habitando en sus viviendas originales hasta que en 1569 el Jurista español Juan de Matienzo propuso a la corona española la creación de nuevas demarcaciones territoriales y planteaba que el pueblo debía trazarse por cuadras y en cada cuadra cuatro solares con sus calles anchas y la plaza en medio, la iglesia debía tener una cuadra entera (Matienzo, 1967[1567]:48-52). Todo lo planteado por Matienzo se concretizo en la década de 1570, cuando todos los pobladores originarios de Calca tuvieron que abandonar sus edificaciones ancestrales para residir en nuevas demarcaciones territoriales.
Durante la visita del Virrey Francisco de Toledo el Repartimiento de Calca le fue otorgado a Melchor Maldonado, la población reducida en Calca fue de 3,340 pobladores entre niños, adultos y ancianos, de los cuales 612 fueron los tributarios, (Cook, 1975:136-137) Es importante indicar que la población de entonces provino de antiguos ayllus que poblaron el territorio de Calca, que de acuerdo al Libro de Matriculas de la Provincia de Calca fueron los siguientes: Midmac, Cuzco, Pampallacta, Sucllo, Rayampata, Accha, Licllica y Arina.
En 1698, el Párroco de Calca, Antonio Velásquez de la Cueva a petición del Obispo Manuel de Mollinedo, realizó un censo sobre la población y los recursos que disponían sus respectivos curatos y mediante una carta informó que la ciudad tenía una población de 560 pobladores entre indios y forasteros y 13 españoles. Ésta información censal nos hace ver que la población de naturales fue reducida a consecuencia de la aplicación del nuevo sistema gubernativo español, donde obligaron a los pobladores a efectuar trabajos en las minas de Potosí, Huancavelica y Caylloma y al cultivo de la coca en los valles tropicales de Paucartambo. Por otro lado el Corregimiento de Calca estaba integrado por las doctrinas siguientes: Calca, Lares, Lamay, Pisac, Chinchero y Ollantaytambo, (Villanueva, 1982:278-291). Las dos últimas doctrinas Chinchero y Ollantaytambo por razones administrativas y territoriales pasaron a formar parte de la provincia de Urubamba a principios del siglo XX.
La creación de Intendencias[3] en el Perú durante la década de 1780 en reemplazo de los Corregimientos, tuvo como resultado una organización territorial más apropiada, fueron siete el número de Intendencias a nivel nacional, siendo una de ellas la de Cusco dividido en Partidos y este a su vez en Repartimientos. Años más tarde en 1786, el Cartógrafo Pablo José Oricain por disposición del Intendente de Cusco Benito de la Mata Linares, elaboro mapas de los Partidos del Cusco, entre ellos figura el mapa de Calca y en su leyenda dice: “…tiene de largo 36 leguas y 12 a 15 de ancho; los caminos Reales a los cuatro primeros Curatos son llanos y solo el que va a Lares e interna a los valles de Yanatili es fragoso, y por esto es molesto y peligroso. Sus ríos son el de Vilcanota, con cuatro puentes de crisnejas, el de Lares con dos dichos de madera, el de Amparaes y Gualla…” (Maurtua, 1906:352)
BIBLIOGRAFIA
Betanzos, Juan de [1551]
1987 “Suma y Narración de los Incas”. Transcripción, Notas y Prólogo María del Carmen Martín Rubio. Ediciones Atlas, Madrid
Chacón Ch, Víctor S.
1994 “Documental de la Provincia de Calca”. Cusco – Perú.
Cobo, Bernabé [1616]
1956 “Historia del Nuevo Mundo”. Publicaciones Pardo galimberti. Notas y Concordancia por Luis A. Parco y Carlos A, Galimberti Miranda, Tomo III. Sevilla Imp. De. E. Basco Bustos Tavera L.
ESTRADA, Alcides F.
1992 Monografía de Calca. Cusco: Fondo editorial de la Municipalidad del Cusco
ESPINOZA SORIANO, Waldemar.
1977 Los Incas; Economía Sociedad y Estado en la Era del Tawantinsuyo. Lima: 3º edición.
1977 Los Cuatro Suyos del Cuzco Siglos XV y XVI. Lima: Boletín del Instituto Francés de Estudios Andinos. VI, N° 3-4.
MAURTUA, Víctor.
1906 Juicio de Límites entre el Perú y Bolivia; Obispados y Audiencias del Cuzco. Compendio Breve de Discursos varios sobre diferentes materias y Noticias Geográficas comprensivas en este Obispado del Cusco. Barcelona.
Rostworowsky de Diez Canseco, María
1975 “Los Ayarmacas”. Casa Museo de Colón, Valladolid.
Rowe, John
1997 “Tierras Reales de los Incas”. En Arqueología, Antropología e Historia en los Andes. Homenaje a María Rostworowsky de Diez Canseco. Instituto de Estudios Peruanos. Banco Central de Reserva del Perú.
Santa Cruz Pachacuti (1616)
1995 “Relación de antigüedades de este Reino del Perú”. Fondo de Cultura Económica S.A. de C.V. Primera Edición, impreso en Lima – Perú,
Sarmiento de Gamboa, Pedro
1943 “Historia de los Incas”. Segunda Edición. Colección Hórreo. Emecé Editores S.A. Buenos Aires.
[1] Es de suponer que el actual poblado de Calca que mantiene ciertas edificaciones de data antigua como el local del Municipio, casas y el templo emplazados alrededor de su plaza, se edificaron sobre antiguas edificaciones inkas, sobre todo el templo levantado sobre una posible huaca en obediencia al 1° Concilio limense de 1551, que estipulo la construcción de iglesias sobre lugares ceremoniales. De acuerdo a Víctor Angles, en el poblado de Calca se aprecian ciertos vestigios de muros incas en calles aledañas a la plaza principal de Calca.
[2] La Encomienda fue una institución socioeconómica otorgado a un español a cambio de evangelizar a su población encomendada, pero es sabido que esto no se cumplía y muy por el contrario fueron centros de explotación.
[3] Las intendencias fueron grandes subdivisiones territoriales a modo de grandes departamentos. Establecidas en 1784 por Carlos III de Borbón en reemplazo de los Corregimientos, se les considera como los antecedentes coloniales de los actuales departamentos, su máxima autoridad fue el Intendente.